sábado, 10 de diciembre de 2011

España entre tres dimensiones

Vistas estereoscópicas de “El país de la lo imprevisto”



















Una imagen de España. Fotógrafos estereoscopistas franceses (1856-1867) es el título de la exposición que se muestra en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Mirar España en tres dimensiones es lo que hicieron muchos de los viajeros que acudieron a nuestro país, atraídos por los monumentos árabes, los tipos agitanados y los paisajes deliciosos, y entre ellos Joseph Carpentier, Jean Andrieu y Ernest Lamy. A estos se sumaron otros cuyas imágenes fueron editadas por Ferrier & Soulier y los hermanos Gaudin.
Las dos dimensiones de la fotografía se quedaban cortas para difundir tanta belleza, y ese fue el éxito de las tarjetas estereoscópicas, que dio lugar a una importante industria gracias al interés de los coleccionistas, no solo de las reproducciones a la albúmina sino de los aparatos para la toma y contemplación de las escenas, cámaras sofisticadas y visores plegables o de sobremesa, que se perfeccionaron hasta transformarse en sofisticados muebles.
A través de 130 piezas viajamos por la España postromántica en esta muestra delicada que comienza con el libro de 1859 Itinéraire descriptif, historique et artistique de l´Espagne et de Portugal, ilustrado con originales de la colección de Gaudin.
Aquí más que nunca pasen y vean, contemplen como era la España decimonónica, o mejor dicho como la vieron los viajeros franceses que la recorrieron para dejar constancia de una realidad efímera. Un lujo para los amantes de la fotografía y una gozada para todos. Por la iniciativa y por el resultado: ¡Gracias!
Se completa la muestra con un excelente catálogo elaborado por especialistas en la materia, entre ellos Manuel Fernández Rivero y Rafael Garófano, cuyos trabajos anteriores son un referente para los interesados.

Una imagen de España. Fotógrafos estereoscopistas franceses (1856-1867)
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (organizada por MAPFRE).
Hasta el 22 de enero de 2012

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Arquitecturas pintadas

(Mucho más que una exposición)


Cuando Bernardo Bellotto pintó el Capitolio de Roma en torno a 1743 el reloj de Santa María de Aracoeli marcaba las 14,45, o sea las tres menos cuarto de la tarde. El sol radiante estallaba en la fachada sobria y los romanos paseaban por la escalinata de la iglesia. Aunque esta exposición, de la que solo hemos visto una parte en la Fundación la Caixa, se titule Arquitecturas está plagada de detalles de tipos y costumbres, de ropas tendidas, de espumas de ríos, de personajes que existieron. Esa vida cotidiana de Roma y Florencia la pinta Bellotto hasta tal extremo que incluso muestra la necesidad fisiológica de un ciudadano apurado.
Esos detalles de la vida cotidiana también los pinta Wittel en la Piazza Navona de Roma, mostrando el mercado popular y los tenderetes de frutas, verduras y hortalizas, y Canaletto en Venecia y Bloemen en Roma, que se entretiene en reproducir la lucha de dos carneros con el Palatino al fondo.
Esta magnífica exposición se recrea en la suerte, en esas arquitecturas que nos son tan familiares por los grabados y las publicidades. Y cuando el visitante se detiene ante la Plaza de San Marcos de Venecia que pintara Canaletto con tal maestría que ofende, la simetría alcanza la perfección y los toldos blancos ante la puerta del templo parecen escenarios de película. ¡Cuánta belleza!
Panini recarga en mil detalles los interiores de los edificios, y Joli coloca los carruajes como piezas de ajedrez, en una perspectiva impecable. El clasicismo se rompe con el cuadro del galés Thomas Jones, modernísimo en su ejecución, y perfectamente situado por el comisario de la exposición entre Fabris y Wittel… Hay más, mucho más: la ciudad y la fiesta, la poética de las ruinas y los caprichos arquitectónicos, en visiones fantásticas que evocan pasados románticos. Esta muestra es imposible de contemplar en una sola visita y por tanto hay que echar merienda para dividir la jornada o bien hacer hueco en la agenda para regresar.

Arquitecturas pintadas
Fundación La Caixa en Plaza de San Martín
Museo Thyssen-Bornemisza en Paseo del Prado
Hata el 22 de enero de 2012

sábado, 12 de noviembre de 2011

Los paisajes en Arte Fotográfico


















La portada del número 629 de la revista Arte Fotográfico es de las que incitan a pecar. Me explico, es de esas imágenes que ciertos libreros sin escrúpulos recortarían para vender enmarcadas. Más allá de los colores veo en ese espectáculo de la belleza los músculos de un cuerpo humano bajo las nubes de sangre; es decir, mucha poesía.
El Diccionario de la Real Academia presenta el término paisaje con tres acepciones cortas: “Extensión de terreno que se ve desde un sitio”, “Extensión de terreno considerada en su aspecto artístico” y “Pintura o dibujo que representa cierta extensión de terreno”. Damos por buenas las dos primeras, pero a tenor de lo que nos muestra Antonio Cabello en este número, la Academia ya tiene los argumentos para cambiar esa definición o al menos para ampliarla. Donde dice Pintura o dibujo debería decir, Pintura, dibujo o fotografía; es más, debería decir: “Cualquier manifestación artística que representa cierta extensión de terreno”…. Mejor no nos metemos en más berenjenales porque la Docta institución tiene sus sabios. Son solo apuntes a partir de otra magnífica entrega donde se muestran obras de Joe Cornish, Fernando Manso, Alejandro Martínez, Paul Gallagher, Ángel Gutiérrez, Isabel Díez, Asier Castro, Clyde Boutcher, Michael Gordon, Katarina Stefanovic y Samuel Britton.
No me pronuncio por un autor o por una imagen, porque tengo predilección por el agua y las ramas, y ello me condiciona. Antonio Cabello resume los contenidos con un título idílico “Destellos del Edén”, y acierta. Este número de Arte Fotográfico es un edén, ese paraíso imposible de la naturaleza que elegiríamos para la eternidad. Pasen y vean.

sábado, 8 de octubre de 2011

Más allá de la vida

A Carlos Alonso, in memoriam

Juan Miguel Sánchez Vigil

Era -es- una llama del Universo. Tenía -tiene- una sonrisa que atrapaba -atrapa- el alma.
Dejó la huella en su obra: óleos, dibujos, collages, esculturas, poemas, libros…
Parte de su creación se expone en la Casa de Cultura de Chinchón, el rincón del mundo donde encontró el amor y donde lo entregó a raudales a quienes un día pasamos por allí, atraídos por un misterio, que no era otra cosa que su espíritu.
Su arte trasciende lo material. Basta con fijar la mirada en cualquiera de los detalles de sus pinturas para quedar atrapado en la red. Captaba como nadie la personalidad, y hacía añicos la realidad fragmentándola en pedazos de surrealismo.
Carlos Alonso nos descubrió, además, otra mirada del genio Goya en su libro “Goya en Chinchón”, otro alarde intelectual. Toda esta riqueza que ahora se exhibe nada es comparada con su belleza interior, con su voz sosegada y su verbo fácil, con su personalidad apasionada, con su integridad.
Este hombre que se despidió de mi en una noche triste que todavía me quema las entrañas, existirá más allá de la vida. Y confieso que por encima de su arte y de su genio, llevo grabada su impronta, su manera de ser, ese sublime encanto con el que lo recuerdo.

“Carlos Alonso Herreros. Un poquito de su alma”
Casa de la Cultura de Chinchón //Octubre de 2011
Catálogo de la exposición: http://www.calameo.com/books/0009154459ba5ee0c57fc



domingo, 28 de agosto de 2011

De la Tauromaquia en Arte Fotográfico


















Arte Fotográfico vuelve por sus fueros y presenta el número taurino de cada año. Once autores se recrean en la suerte de la fotografía en una visión tan diversa que no solo sorprende por las distintas formas de interpretar sino por el desarrollo y culminación de los proyectos. Digamos que el conjunto constituye una Tauromaquia con se presentan la fotografía de estudio, el toro en el campo, el torero en la plaza, los sueños, las historias, los documentos y las transformaciones.     
Todas las lecturas sobrepasan el mero carácter taurino para adentrarse en capítulos concretos, desde el eros al tánatos. Y entre las fotografías, siendo muchas extraordinarias, la inquietante escena de una mujer torera, por Gina Le Vay, pendiente de los detalles de la estética antes de salir al ruedo, compensada con esa inmensa de soledad en el túnel de la plaza de México. De los once autores, Antonio Cabello juega con ventaja por su conocimiento del torero y por sus incursiones artísticas en este terreno, por ello “Duende” no es el acercamiento o la alternativa sino la confirmación, esta vez reflejada en las texturas de los capotes.
Y en orden de paginación diremos que abre Denise de la Rue con los retratos pictorialistas en decorados barrocos, seguidos de las escenas de André Virad en el campo, con un jabonero salido de los infiernos de Dante; el clasicismo de Maurice Berho con sus rostros en blanco y negro; el erotismo de Sebastián Troncoso, próximo a las imágenes de un Avedon; el caleidoscopio de Ana Martínez Porro que descompone los colores hacia las formas del grabado; el torero de salón puesto en detalles de blanco y negro por Oksana Shapiro; los mitos del gran Francisco Cano, documentos que deberían encontrarse en la caja fuerte de alguna institución pública, con un prodigioso retrato de Ava Gardner, y el ejercicio documental de la citada Gina Levay sobre la mujer en el mundo del toro. Rompe el conjunto la transhumancia de Antonio Bascón, pero no en la estética ni en la belleza de las imágenes, sino por tratarse de un reportaje donde los paisajes tienen tanta fuerza que superan las pretensiones taurinas. 
He dejado a propósito para el final la serie del director y actor Antonio Banderas, ya mostrada en el Instituto Cervantes, montajes en un escenario de oscuros de tragedia con representación del dolor, la muerte y el sexo, como si de una obra teatral se tratara.
Completan las páginas de la revista el texto de la profesora Delgado Linacero sobre el rito y el mito taurino, extracto de la tesis doctoral “El toro en el Mediterráneo”, el artículo “Relicarios en plata”, donde Cabello sintetiza los contenidos y refleja las características de los autores, y el apunte de Bárbara Mur sobre la fotografía taurina en el siglo xix.

Arte Fotográfico
Fotografía Taurina
Nº 628, Agosto de 2011

viernes, 26 de agosto de 2011

La radial en el verano madrileño


Juan Miguel Sánchez Vigil

Veranear en Madrid tiene muchos encantos, pero sin duda por encima de todos están los conciertos, pero no los que organiza el Ayuntamiento sino los que consiente. Me refiero a los conciertos de las radiales, esas máquinas con las que se cortan ladrillos, piedras y metales impunemente y a todas horas, llenando de polvo cancerígeno los rincones.
Supongo que habrá normas para cortar con la radial en las calles (si es que se esto se puede hacer), me imagino que es obligado que los cortes se hagan con agua para proteger al trabajador (que lo sabe y no solo no se cubre par protegerse sino que presume de ser quien más tiempo hace sonar la máquina, inconsciente de que se envenena o consciente si a cambio se lleva unas euros más poniendo en evidencia a los compañeros que reclamen seguridad).
Hagan la prueba. Si a lo largo de cualquier día de este verano madrileño no escuchan al menos media docena de conciertos con radial es que algo está cambiando.
Un toque de atención al Ayuntamiento, tan escrupuloso en la recaudación y tan “sableador” para con los vecinos. Vigilen ustedes estas cosas porque también podemos ahorrar dinero en Sanidad evitando que decenas de trabajadores se traguen el polvo cancerígeno, y de paso protegerán a los vecinos que se ven obligados a cruzar de acera (no entiendo por qué se cortan las calles con andamios al antojo de los cientos de particulares que hacen obras).
De las motos y del cachondeo general con el que campan por las aceras escribo otro día, cuando se me pase la mala leche por el ruido de la radial que me ha despertado a las ocho de la mañana (en agosto y en vacaciones) y me ha obligado a cerrar el balcón porque en mi calle había un nube de polvo.
Lo saben, lo ven, pero miran para otro lado… como ya es habitual desde hace tiempo. Después vendrán las lágrimas, pero de los de siempre.
 

viernes, 12 de agosto de 2011

El valor de la información: la lección de Juan Arias


Juan Miguel Sánchez Vigil

La locura del Reino Unidos cogió por sorpresa a las autoridades británicas, y más aun a la población. Cuando la noticia saltó a través de los diarios digitales, radios y televisiones, la fui siguiendo casi al minuto. En uno de los informativos de Radio Nacional de España se realizó una conexión en directo con una periodista instalada en Londres, quien aseguró haber ido a su trabajo sin advertir nada o casi nada de lo que se contaba en España.
¿? Estos signos equivalen a mi estupefacción en aquel instante. Una periodista que vivía a pocos kilómetros del escenario de los graves sucesos, tenía menos información que yo, que cualquier otro español que estuviera viendo la televisión en ese momento, escuchando la radio o visitando la web de cualquier diario.
Viendo esto (lo anterior) y aquello (leamos en el aquello la hambruna en Somalia o Etiopía, las habituales matanzas en México, la impunidad de los turistas en Lloret de Mar, el alarmante paro en España que nadie se cree -economía sumergida- porque si las cifras fueran ciertas nos estaríamos matando en las calles,  etc., etc.) me pregunto si el mundo es un infierno…. Y hallo la respuesta en el artículo de Juan Arias en El País del 7 de agosto titulado “¿Es que vale la pena leer los periódicos?”
Dejo los rodeos y copio textualmente los párrafos que me han devuelto la paz. Delicia de prosa y extraordinaria reflexión:

“El mundo con todos sus horrores es hoy mejor que hace solo cien años. Y estoy convencido de que lo es precisamente por esa maldita información que se nos cuela cada vez mas por las ventanas de nuestra vida…”
“Un filósofo me decía que envejece solo el que pierde solo la capacidad de sorprenderse. ¿Y qué es la noticia, hacha o flor, sino la sorpresa que el mundo nos brinda a través de la información?”
“Mejor mancharnos de dolor o de disgusto con la lectura del periódico que vivir ciegos y con el corazón arrugado…”
“La noticia, ayer del periódico de la mañana, hoy de cada instante, es el mejor espejo de nuestra propia alma. No sirve darle la vuelta o quebrarlo. Sus añicos acabarán manchándonos igualmente de sangre.”

El resto está en la página de Opinión (27), con esta entradilla: “Negarnos a estar informados por miedo a sufrir es declarar nuestra derrota ante la vida”.

miércoles, 10 de agosto de 2011

DE LA FOTOGRAFÍA: GESTION DEL PATRIMONIO Y USOS EN PUBLICIDAD

Sobre la fotografía y los bancos de imágenes trata el número 4 (vol. 20) de El profesional de la Información, con una decena de colaboraciones de gran interés para los investigadores y profesionales. Nuestra colaboración ha sido sobre la gestión de patrimonio fotográfico y el uso en publicidad. He aquí las referencias para los interesados en el tema.

Juan Carlos Marcos Recio; Juan Miguel Sánchez Vigil; María Olivera Zaldua:
“Uso en publicidad de fotografías de bancos de imágenes españoles”.  El Profesional de la Información, vol. 20, núm. 4, 2011, pp. 384-391. 


Juan-Miguel Sánchez-Vigil. Patrimonio fotográfico en las instituciones públicas españolas: modelos de uso y reproducción de documentos. El Profesional de la Información, vol. 20, núm. 4, 2011, pp. 371-377. 

lunes, 8 de agosto de 2011

Fotografía & Bancos de imágenes

El profesional de la Información, 2011-julio y agosto, v. 20, n.4
ISSN: 1386-6710
Link: http://www.elprofesionaldelainformacion.com/



















Número monográfico dedicado a la fotografía y a los bancos de imágenes que abre Lee Fontanella con el clásico Observatorio titulado “En busca del tiempo perdido”. Los temas tratados son el Patrimonio, los usos en publicidad, la documentación fotográfica en prensa, estrategias de comunicación en las administraciones públicas, patrimonio en la web, sistemas de búsqueda y visualización, gestión y conservación y software para archivos de imágenes.

Sumario:
Observatorio: En busca del tiempo perdido Lee Fontanella
Artículos
-Patrimonio fotográfico en las instituciones públicas españolas: modelos de uso y reproducción de documentos Juan Miguel Sánchez Vigil
-Patrimonio fotográfico de Catalunya en la red Laia Foix
-Uso en publicidad de fotografías de bancos de imágenes españoles Juan Carlos Marcos Recio, Juan Miguel Sánchez Vigil, María Olivera Zaldua
-Documentación fotográfica en la prensa. Casos de El País, El periódico y La Vanguardia Javier Guallar
-Estrategias de comunicación en las administraciones públicas a través de la publicidad impresa Jesús Bermejo Berros
- Archivar en la nube: reglas de producción del documento contemporáneo. Parte I: indicadores de tecnológicos
Análisis
            ­-Entender los bancos de imágenes Lluis Codina
-Bancos de imágenes para proyectos  enciclopédicos: el caso de Wikimedia Commons Tomás Saorín y Juan Antonio Pastor Sánchez
-Patrimonio fotográfico y web 2.0: la experiencia Flickr The Commons Pere Freixa Font
-Sistemas de búsqueda y visualización en bancos de imágenes comerciales Luisa Perdices Castillo y Antonio Perianes Rodríguez
-Gestión y conservación de documentos fotográficos en el Tercer Sector: experiencia de la Fundación Vicente Ferrer Juan Alonso Fernández
-Fotografía y arquitectura en Argentina. Un siglo en imágenes Susana Castillo
-Gestión de documentos: sonrisas y lágrimas Adela d’Alós Moner
-Del opac extendido a la biblioteca expandida: al fin una realidad Alicia Sellés Carot y Jorge Serrano Cobos
Software documental
-Groupware y software social: propuesta de marco de evaluación analítica para herramientas de software libre Jesús Tramullas, Piedad Garrido Picazo y Ana Isabel Sánchez Casaban
-Análisis y recomendaciones sobre software para archivos de imágenes Javier Navas Millán y Antonio Ángel Ruiz Rodríguez.

sábado, 16 de julio de 2011

Siempre nos quedará París…. documentado por Atget


















El 12 de noviembre de 1920 Atget escribió a Paul Leon, director de Bellas Artes de la France: “Puedo decir que tengo en mi poder todo el viejo París”. Y lo tenía, porque durante un cuarto de siglo había captado los rincones y los había pasado de los negativos de vidrio al papel en formato 18x24 cm y con un cuidado exquisito.
Si alguien ha puesto en duda que la fotografía es documento que acuda a la exposición El viejo París del fotógrafo francés Eugène Atget. Documentar es una palabra bien pensada: dejar constancia de alguien o de algo. Ese es el resumen: constancia en el sentido de existencia. El algo es el espacio romántico que desde 1897 el fotógrafo fue metiendo en la cámara oscura al igual que hacía Judini con las palomas. Entre ese año y 1920, durante cinco lustros se dedicó a plasmar en detalles la arquitectura, las obras públicas, los transportes, los comercios, los tipos populares… Me gustan las fotos con personas, porque son sus ropas, sus gestos, sus actitudes los que me dicen lo que está ocurriendo.
No se si existía París antes de que Atget lo fotografiara, pero lo que nos ha dejado es demasiado como para no pensar que esa ciudad sería de otra manera sin las fotos de tono sepia (albúminas para los puristas).
Por favor, busquen la serie de los traperos y miren a los ojos a esas gentes que se ganaban la vida rebuscando entre la basura las telas ajadas o los sacos de esparto.
En 1926, un año antes de que Atget muriera, Man Ray le compró un álbum de originales que hoy se conservan en la George Eastman House de Rochester. También pueden verlas entre los 229 originales de esta espléndida muestra.

Eugène Atget. El viejo París
Fundación Maphre de Madrid
Fondos del Museo Carnavalet, George Eastman House de Rochester y Fundación Maphre

jueves, 7 de julio de 2011

Los retratos de Carlos Endara

JMSV













En el número 12 de la Carrera de Córdoba (Panamá) el pintor Carlos Endara (Ecuador, 1865-Panamá, 1954) abrió estudio de fotografía a finales del XIX. Durante medio siglo registró la vida social, cultural y política haciendo del estudio su modo de vida y dando fe de la existencia. La fotografía es evocadora per se, y se hace memoria cuando la contemplamos. Endara retrató a los presidentes de la República y a la clase alta, pero también al pueblo en su ambiente: mercados, comercios, escuelas, callejones… Cultivó el retrato con elegancia, sobre todo los grupos, donde cada personaje muestra su experiencia, su carácter, su principio y final. Resulta delicioso pasear ante las fotografías, colgadas de las paredes como si fueran los muros de cualquier casa.
Es esta una de esas muestras que probablemente pase desapercibida en el Festival PHotoEspaña, sin embargo tiene tanta fuerza que en cada de las imágenes se descubre un mundo; es decir, que lo particular se hace universal.
Si tienen un rato vayan a la Casa de América y busquen el retrato de Paulina Endara con sus juguetes y comprenderán lo que quiero decir. Esa fotografía fue iluminada por el fotógrafo, vestida con óleos para conseguir esa fuerza expresiva que nos lleva a la melancolía.

Un mundo feliz. Panamá en ojos de Carlos Endara
Casa de América

PHotoEspaña

domingo, 3 de julio de 2011

De la creación o la belleza (Arte fotográfico)


















Llega a mis manos el número 627 de la revista Arte Fotográfico, dedicado a la Fotografía Creativa.
Crear, decía un amigo que ya borré de la agenda porque cambió de dirección y se instaló en una tumba de la Almudena, es hablar con Dios. Era escritor, y de vez en cuando resumía en una sola frase (un verso) lo que mis ojos estaban contemplando. Utilizo la metáfora para explicar lo que contiene este libro (no es otra cosa este ejemplar de 62 páginas impreso de dulce), un conjunto de versos que componen un poemario en cuya portada se transfigura esa niña que Bogdan Zwir ha querido llamar “Red Cube”. Con esta composición surrealista, daliniana, comienza la lectura, que como en todo libro de versos, puede hacerse de adelante a atrás, de arriba abajo, de izquierda a derecha.
Los retratos de Marcos López impactan, te obligan a la pregunta, mientras los paisajes de Xurxo Gómez relajan, te llevan hacia lo sueños. Oriol Jalons se juega a las cartas la luz de sus invenciones y François Canard hace esculturas de la piedra. Vlad Artazov clava la realidad de la vida y Ray Massey hacia magia con las manos. Bogdan Zwir se recrea en la pintura y Francis Bacon descubre el continente de los libros. Quentin Lëns imagina la mentira y José Manuel Ballester traza la verdad de la geometría. Ernesto Arroyo cambia los significados y cierra la visión con “ocurrentes parodias”, como indica Antonio Cabello.
Crear es hablar con Dios, decía siempre el amigo muerto. En esta ocasión son 115 las conversaciones posibles. Pero antes de (re)posar la vista en las imágenes lean el texto de Luis Castelo sobre Fotografía Creativa, porque les pondrá en antecedentes y seguro que les hará ver las cosas de otra manera.
¡Pasen y vean!

Fotografía Creativa
Arte Fotográfico, nº 627
artefotografico@ceart.info

jueves, 23 de junio de 2011

Documentando la arquitectura (PHotoEspaña 2011)



















Construir la revolución. Arte y Arquitectura en Rusia, 1915-1935, este es el título de la muestra que proponemos visitar. Arquitectura y fotografía están unidas por la representación, también por el arte y la documentación. Esta exposición, extraordinaria por sus diferentes lecturas, es muy abierta, porque son tres muestras en una: la fotográfica de Richard Pare, la arquitectónica del periodo revolucionario ruso y la documental del Museo Estatal de Arquitectura Shúsev de Moscú. Lo curioso es que la visión se realiza al mismo tiempo, de forma que el visitante puede contemplar las fichas originales de la fototeca del museo con las fotografías de la época vanguardista, casi todas de autor desconocido, las imágenes en color que Pare tomó en la última década de los noventa para recuperar los espacios muertos, y las construcciones arquitectónicas con las características del periodo de entreguerras.
La foto de arquitectura es documental per se, porque refleja las formas de vida de las gentes en un tiempo. En este caso las construcciones de la revolución, desde las comunas de obreros hasta las oficinas de la Administración, las fábricas o los garajes. Las fotos de Pare muestran el pasado desde el presente, procurando que los detalles revelen la capacidad creativa de los arquitectos. Del centenar de obras he mirado con más detalle el Instituto Central de Aerodinámica e Hidrodinámica, en ladrillo rojo, obra de Alexandr Kulnelsov; y también el Garaje Gosplán, misterioso y enigmático, con una gran vidriera en forma de radiador de vehículo. Y entre las fotos de Pare destaca el interior de una vivienda que muestra sus paredes azules desconchadas, con los iconos colgados en los parámetros, la mesa con los restos de comida en los platos y una nevera desvencijada…   
Se completa la muestra con pinturas y fotomontajes, algunas de Liubov Popova, que supo mostrar el sentido de aquella revolución de cuyos restos Richard Pare ha inundado la Fundación La Caixa.

Construir la revolución. Arte y Arquitectura en Rusia, 1915-1935
PHotoEspaña // Fundación La Caixa

lunes, 2 de mayo de 2011

La prueba, la fotografía

Acaba de morir Osama Bin Laden. Esta noticia paralizó los programas de TV en Estados Unidos y enseguida se difundió en todas las emisoras del mundo. Eran las 11,30 cuando se comunicaba que el terrorista más buscado había sido abatido por un comando especial. La información fluyó de las agencias y todos los periódicos actualizaron la edición digital en apenas unos minutos. La pregunta de los profesionales y lectores era solo una: ¿Es cierto?
Las redes sociales, los correos electrónicos, los celulares o teléfonos móviles o fijos arden en las últimas horas. Los analistas se plantean cuál será la respuesta de los extremistas, las víctimas de los atentados creen que al fin se ha hecho justicia, los escépticos miran para otro lado…
La imagen de Bin Laden advirtiendo al mundo de que su dios es el único, y que ese dios le exige venganza para purificar las almas fue aterradora. Esa actitud arrogante de predicador, ignorante de que la verdad no es solo una, nos metió el terror en el cuerpo, porque entendimos que jamás escucharía a la otra parte, a quienes defendían otros pensamientos. No era a Bin Laden a quien temíamos sino a su imagen…
Ahora, cuando llega la noticia de su muerte, todos hemos pensado en la prueba, en el documento que testifique que en verdad ha caído. Una vez más la fotografía se convierte en protagonista, en la prueba única, y buscamos con ansia los píxeles que conformen el rostro del demonio… ya muerto.
Reuters


Imagen del montaje del presunto cadáver de Bin Laden ofrecida por la televión pakistaní/AP


viernes, 29 de abril de 2011

EL LIBRO ELECTRÓNICO Y ESAS PRISAS POR NO SE SABE QUÉ…

Es significativo el constante machaqueo con el libro electrónico mientras las pequeñas editoriales, incluidas las que llevan unos meses en la edición, se entregan a primorosas ediciones (como de costumbre). Antes de nada diré que no vamos a descubrir ahora las ventajas del libro electrónico (ya en 1984 trabajé a las órdenes de Ignacio Oyarzábal en un proyecto llamado Index de la Enciclopedia Espasa. Nota que introduzco para los que hablan de futuro cuando ya llevamos 24 años con el tema).
Hoy informa el portal Infolibro lo siguiente:
“El libro electrónico no termina de triunfar en España. A pesar de las grandes expectativas que tenía el sector el pasado año los españoles sólo compraron 260.000 lectores electrónicos, según los datos económicos del “Hipersector de las TIC” presentados por la patronal de estas empresas, Ametic. Esta débil demanda de dispositivos hizo que el peso de los libros en la facturación de los contenidos digitales en España sólo representara, a cierre del pasado ejercicio, un 1%, frente al 6% que pesaban los videojuegos o el 8% del cine o el vídeo. La oferta de contenidos para la educación también cerró el año con un peso del 1% en la facturación total de los contenidos digitales, pese a los efectos positivos que tuvo para los fabricantes de ordenadores el plan Escuela 2.0, puesto en marcha por el Gobierno en 2009, para que todos los alumnos de Primaria tuvieran un portátil o netbook”.
Queda pues claro: una cosa es el deseo y otra la realidad. Se escribe más sobre el tema que lo que se produce, y eso es sintomático. Dejemos que las aguas sigan su cauce sin esas prisas que atormentan a muchos, pero no a los que se dedican a esto, que son en definitiva los responsables.




sábado, 23 de abril de 2011

Exposición de fotografías en la Fundación Lázaro Galdiano dentro del certamen Photoespaña 2011

UNA IMAGEN PARA LA MEMORIA: LA CARTE DE VISITE
Tarjetas de visita de la colección de Pedro Antonio de Alarcón

Sala 6 del Museo: Joyas bibliográficas

30 de junio a 26 de septiembre de 2011

Comisarios: Juan Antonio Yeves Andrés y Juan Miguel Sánchez Vigil

La fotografía se desarrolló cuando se generalizó el uso del papel albuminado como soporte y, sobre todo, cuando André Alphonse Disdéri patentó, en 1854, una nueva forma de presentación, que tenía un claro objetivo comercial. Inventó una cámara con múltiples objetivos con la que obtenía, en una única sesión fotográfica y a partir un solo negativo, varias impresiones fotográficas que se montaban sobre un cartón del tamaño de una tarjeta de visita. Este formato de carte de visite dio lugar a una tipología variada y permitió la confección de álbumes en los que se conserva la memoria colectiva de personajes, lugares, monumentos y hechos del siglo XIX. De este modo, se formaron álbumes de familia, de celebridades o de viajes, entre otros temas, y surgió una nueva moda: coleccionar e intercambiar estas imágenes que se mostraban en reuniones sociales y familiares. El retrato fue el género que gozó de mayor aprecio.
Una imagen para la memoria reúne 120 fotografías (cartes de visite) y tres álbumes del siglo XIX que sirvieron para guardarlas o mostrarlas. Tanto las imágenes como los álbumes pertenecían al escritor y conocido novelista Pedro Antonio de Alarcón (1833-1891). En la muestra se incluyen otras fotografías y publicaciones del siglo XIX en las que aparecían efigies de personajes notables con el mismo objetivo: mostrar una imagen, la que el retratado había elegido de forma meditada para que se difundiera y así se le recordase.

domingo, 10 de abril de 2011

Lectoras (exposición)

Leer a través de la pintura, mostrar la literatura en cuadros, acercarse a la mujer desde el arte. La exposición Heroínas, dedicada a la mujer en la pintura, con un guiño solitario a la escultura, dedica un espacio a la lectura; mejor dicho, a las lectoras. La mujer en el arte. Una muestra donde los rostros femeninos invaden el espacio del palacete, abierta con el óleo grandioso, en forma y fondo, de Jean Jacques Scherrer dedicado a Juana la Loca. Entre las Heroínas hay magas, mártires, lectoras, místicas y pintoras. Cada sección invita a un tipo de público, no solo al femenino sino al menos pensado, porque desde los instrumentos de tortura hasta las elementos de la mitología, el interés es vario. Entre los autores Caravaggio y Matisse, pero también Frida Kahlo o Angelica Kauffmann.


Lectoras

Leer desde la pintura, dejar que los ojos relean la imagen y descubran los libros pintados. Todas las obras muestran la lectura como una actividad privada, como una elección. Las mujeres están concentradas, con la vista fija en la tinta, menos La Lectora de Steuben, distraída, absorta en el pensamiento, en la reflexión. En esa entrega el libro aparece difuminado, como un concepto, sin mostrar títulos, salvo en el cuadro de Antoine Wiertz La lectora de novelas, desnudo sensual que nos lleva a la obra Antony de Alejandro Dumas. Catorce son los pintores de las lectoras, excepto don Francisco de Goya, que en este caso nos deleita con un grabado y rompe los esquemas al mostrar el libro como centro del universo, como excusa para reunir a las mujeres en torno a la narración leída, contada.

Ambrosios Benson.María Magdalena leyendo
Onori Marinari.Santa Catalina leyendo un libro
Goya.La lectora (Grabado)
G.A. Henning.Muchacha leyendo
Ch. G. Steuben.La lectora
H.F. Latour.Victoria Dubourg
Albert Ander.Muchacha leyendo Winslow
Homer.Helena de Kay Antoine
Wierts.La lectora de novelas
Mary Cassat.Lydia leyendo el periódico matinal
E. Voillard.Madame Hessel con vestido rojo leyendo
Henri Matisse.La lectora
Gerhard Richter.Leyendo
Anni Leppäla.Leyendo

Exposición Heroínas
Fundación Caja Madrid
Abril-junio de 2011

domingo, 13 de marzo de 2011

Fotografía de acción // Fotografía de conflictos

Arte Fotográfico, nº 626. Director: Antonio Cabello



Un número duro el último de Arte Fotográfico (626). Duro por contenido y continente. A veces, una sola imagen nos hace repasar las convicciones, nos fustiga, nos toca la fibra. En este caso cada una de las imágenes nos hace tragar saliva. De principio a fin cada fotografía se suma a la siguiente, en una muestra del eterno conflicto que vive la humanidad.
Este tipo de fotografía justifica la explicación de que nada tiene más valor que la mirada. “Saber mirar”, dicen los teóricos. Probablemente es algo innato (no olviden la cualidad artística), si bien aprendemos a mirar cuando autores como los seleccionados para este monográfico nos muestran sus instantáneas.
Esta vez es imposible señalar una foto. Dejemos que sea Morenatti, con los ojos de un niño paquistaní, quien abra la página de una publicación que, una vez más, será el referente en la materia.
“Fotografía de acción”. Un título genérico, y aunque no soy partidario de los tópicos, esta vez los diccionarios se quedan cortos para explicar lo que contemplamos. Este paseo por las miserias del mundo (que al tiempo nos habla de la generosidad y de la conciencia) sacude el corazón con estrépito y revienta una parte del cerebro.
Hay más: el estudio de Diego Caballo titulado “Fotografía de conflictos”, los “Apuntes” de Cabello y la página de coleccionismo de Bárbara Mur sobre la materia.
¡Pasen y vean!

Autores y temas
Walter Astrada (Kenya)
José Cendón (Somalia)
Emilio Morenatti (Pakistán)
Martina Bacigalupo (Burundi)
Yannis Kontos (Kabul)
Benjamín Lowy (Haití)
GMB Akash (Bangladesh)
Agustín Catalán (Birmania)
Álvaro García (Madrid)
Veronique de Vigueire (Nigeria)
Tomás Munita (Kashmir)