sábado, 1 de agosto de 2009

El país de lo imprevisto



Abro las páginas de este blog mientras repaso las páginas del libro que el viajero norteamericano Richard Ford dedicó a España después de recorrer sus rincones. El término elegido para definirlo no pudo ser más acertado: "imprevisto". Este país de la imprevisto poco ha cambiado. Los paisajes han modificado su fisonomía, pero las actitudes no. Todo es imprevisto, todo llega en el último momento, todo se soluciona con el ingenio y se presume de ello.
Es verano y ha llovido. Se me han empapado los pensamientos. Acaba de anochecer y media España arde en incendios y otra media llora la muerte de dos guardias civiles en un atentado terrorista. En la televisión se hacen eco de la crisis con imágenes de gente que viaja de un lado a otro en periodo vacacional.
Escribir libera de las tensiones, aunque nadie lea lo que decimos. Me propongo escribir sobre lo imprevisto y lo previsto, me propongo escribir sobre lo que veo y me gusta, también sobre lo que no me gusta. Es verano y ha llovido. La naturaleza siempre nos enseña, pero nos cuesta mucho aprender, quizá por eso el treinta por ciento de los jóvenes abandonan los estudios, porque no les hace falta aprender en un país donde la formación y el esfuerzo están en el escalón inferior.
Llaman por teléfono y dejo de escribir. Lo ven: ¡esto no estaba previsto!

No hay comentarios:

Publicar un comentario